octubre 30, 2018
¿Te imaginas un bosque en medio del agua? Pues República Dominicana los posee y estos bosques tan particulares se llaman Manglares.
Los Manglares forman un ecosistema marino–costero constituido por bosques de pantano o bosques anfibios, que viven en zonas donde se mezclan el agua dulce de río con agua salada de mar. Su nombre
se debe a la especie que domina el ecosistema, el Mangle. Un rasgo distintivo del manglar son algunas de las adaptaciones que han desarrollado, como es el caso de la especie de Mangle Rojo con sus raíces aéreas en forma de zanco que les permite su tolerancia a altos niveles de salinidad.
Entre los principales aportes del ecosistema de manglar se encuentran: su alta biodiversidad al ser refugio para una gran cantidad de especies de peces, crustáceos, aves, insectos, entre otros, que a su vez son insumos para la economía en los servicios de pesca y ecoturismo que aportan. También controlan la erosión de las costas, purifican el agua al actuar como filtro de sedimento y nutrientes y un gran rol que cumplen los manglares es ser una barrera protectora ante los impactos de los huracanes en las zonas de costa. Sin los manglares como escudo de protección en las costas, los impactos de destrucción, pérdida de vidas humanas, de flora y fauna y pérdidas económicas serían alarmantes. Un estudio reciente de la Universidad de Oregon estima que el valor de aporte económico y social de los manglares se encuentra entre US$700 a más de US$2,000 millones al año.
Una de las funciones más importantes que aportan los manglares es ser reservorios de Carbono Azul. El Carbono Azul es el carbono secuestrado y almacenado por los ecosistemas costeros – marinos contribuyendo a la reducción de las emisiones de CO2, uno de los principales gases en la lucha contra el cambio climático. La capacidad de secuestro y almacenamiento de carbono de los manglares es considerada como una de las más altas de todos los ecosistemas del planeta, llegando a ser hasta 3 veces mayor que los bosques terrestres y a su vez emiten oxígeno al ecosistema, elemento indispensable para la vida.
República Dominicana tiene diversas áreas de zonas de manglar, entre las que se encuentran el Parque Nacional Los Haitises y Zona del Bajo Yuna, la zona de Montecristi, la Laguna Redonda y Limón, entre otras. Para su protección, se dio origen a la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (Convenio de Ramsar) en 1971 donde muchos países firmaron su declaratoria, de la cual República Dominicana es también signataria. Las principales amenazas que enfrentan nuestros manglares son: la deforestación para actividades agrícolas o pesqueras, la expansión de áreas turísticas y la contaminación ambiental.
Como parte de sus compromisos con este importante ecosistema, la Fundación Propagas junto al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ayuntamiento Municipal de Sánchez, The Nature Conservancy (TNC), el Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno (Cebse), y la Compañía Eléctrica San Pedro de Macorís (Cespm) firmó un acuerdo de Cogestión en el que se comparte el manejo del Parque Nacional Manglares del Bajo Yuna con el objetivo de realizar actividades de conservación y educación, orientadas a facilitar la recuperación y restauración de áreas degradadas en esta importante área protegida. Te invitamos a explorar nuestras hermosas y valiosas zonas de ecosistema de manglar y a promover su conocimiento, valor y protección de estos guardianes de las costas que son fuente de vida, recursos y seguridad para nuestro país.
¿Quieres tener más información? Escríbenos a info@fundacionpropagas.do