febrero 20, 2020
La contaminación de nuestros recursos hídricos se ha convertido en una problemática de la cual como sociedad, estamos cada día más conscientes. El deterioro de las cuencas y la contaminación generada por sus habitantes afectan la salud de la población, la seguridad alimentaria y la calidad de vida de nuestra gente. En vista de que la República Dominicana utiliza sus aguas superficiales como fuente de agua potable, es de extrema importancia velar por la conservación de las mismas.
La Fundación Propagas se ha comprometido a la conservación de los recursos hídricos del país a través de diversas iniciativas. Como miembro fundador de los Fondos de Agua, promovemos la gestión responsable, el uso sostenible y la conservación del recurso agua en las cuencas correspondientes al Fondo de Agua Santo Domingo (Ozama, Haina y Nizao), y al Fondo de Agua Yaque del Norte (Yaque del Norte y sus afluentes).
Como parte de estos esfuerzos, estamos impulsando el Proyecto de Restauración de la Microcuenca del Río Higüero aliados al Fondo de Agua Santo Domingo (FASD) y los miembros del NODO de RedEAmérica, liderado por nuestra Fundación Propagas y compuesto además por la Fundación Popular, Banco BHD León, Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP), Fundación NTD y CEMEX Dominicana, con el soporte técnico de la organización conservacionista global The Nature Conservancy (TNC).
El proyecto inició en 2019 a través de un estudio diagnóstico sobre la situación actual de la microcuenca en cuanto a la cantidad y calidad de sus aguas, para el cual se establecieron 7 estaciones de muestreo. Los hallazgos de esta investigación indican que la principal preocupación relacionada al Higüero es la presencia de coliformes generados por la inapropiada disposición de los desechos fecales derivados de actividades de ganadería y porcicultura próximas al río y por la inexistencia de un tratamiento adecuado de aguas residuales.
Es por esto, que la Fundación Propagas ha iniciado un plan integral para el manejo apropiado de los desechos, aprovechando la asesoría técnica especializada de un experto contratado por TNC para realizar adecuaciones sencillas pero de alto impacto en la actividad agropecuaria de la zona. Para estos fines, se han construido diez pocilgas separando el área de comedero y bebedero de los cerdos, colocando piso íntegro con declive para evitar que filtren los desechos y situando aboneras cercanas a las pocilgas que sirvan para producir abono con los desechos de los cerdos. Los beneficios incluyen mayor productividad (ganancia de peso de los animales), menos trabajo para los agricultores, una reducción en el uso de agua, disminución drástica de la contaminación del agua y producción de abono, lo que generará a su vez ingresos complementarios para los productores de la comunidad.
En el caso del ganado se tiene prevista la construcción de fosas impermeabilizadas a una mayor distancia del río para el almacenamiento adecuado de los desechos, convirtiendo el problema en una oportunidad económica. Adicionalmente, en una primera fase, se ha iniciado la construcción de 18 letrinas, incluyendo una letrina con biodigestor como piloto que será instalada en el Balneario La Palmita.
Esta propuesta va acompañada de un programa de educación ambiental para los habitantes de la Cuaba y el Limón a través de las asociaciones comunitarias y las escuelas en la zona, así como capacitación en la clasificación y manejo adecuado de los residuos sólidos domiciliarios. Estamos convencidos que los grandes retos que conlleva la protección de las cuencas productoras de agua en la República Dominicana debe ser una tarea compartida por toda la sociedad. Es necesario desarrollar una estrategia de conservación de esos ecosistemas a mediano y largo plazo que cuente con las estructuras operativas, mecanismos institucionales y soporte financiero para su implementación.