Guía Parques Nacionales de la República Dominicana
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La Fundación Propagas se siente honrada al acompañar al Instituto Postal Dominicano en ocasión de su
nueva emisión postal titulada “Parques Nacionales de la República Dominicana” ya que nos ofrece una
oportunidad excepcional de cumplir nuestra Misión más allá de las fronteras de la República Dominicana.
Las estampillas de esta colección única, que en lo adelante servirán para franquear cartas y correspondencias
diversas desde el territorio nacional, surcarán los cielos, navegarán por mares y océanos llevando a sus
destinatarios la buena nueva de los irrepetibles atributos naturales, culturales e históricos de una Nación
regalada por Dios con un patrimonio excepcional que pone en alto el orgullo de los dominicanos.
Este tesoro filatélico, capturado por el lente de los más prestigiosos artistas nacionales de la fotografía
exalta la belleza de nuestros paisajes naturales protegidos, las muestras de flora y fauna que ellos
contienen, que en una razonable proporción no existen en ningún otro lugar del planeta y la majestuosidad
del relieve de nuestro territorio. Revela además una de las razones por las que la República Dominicana
ha devenido en un destino preferido tanto de turistas extranjeros como nacionales.
Los recursos naturales contenidos en este impresionante mosaico de Parques Nacionales engalanan
nuestra geografía por su espectacular belleza estética, invitan a la contemplación de la naturaleza
y dan testimonio de la rica herencia histórica y cultural del pueblo dominicano. Pero además, nos
proveen de servicios ambientales indispensables para el desarrollo nacional.
Sus extensos bosques y comunidades vegetales protegidas, cuyo territorio excede los 10,000
kilómetros cuadrados ayuda al secuestro de carbono más allá de las fronteras nacionales, eliminando
este contaminante atmosférico y regulando el clima en todo el Caribe insular. Esta cobertura boscosa
controla las escorrentías y modera los flujos hídricos reduciendo la erosión y el arrastre de sedimentos
al Mar Caribe y al Océano Atlántico, favoreciendo así la salud ambiental de las playas y costas insulares
al Este de nuestro país, contribuyendo a la estabilidad ambiental de recursos indispensables para la
calidad de vida y el desarrollo del turismo en aquellas naciones isleñas hermanas que dependen de
esa actividad para su desarrollo social y económico.
Estos ambientes pristinos ofrecen además un espacio natural protegido, en el que obtienen refugio,
alimentación y lugares de reproducción y crianza tanto especies de fauna nativa y endémica, como
también centenares de especies migratorias que provenientes del Norte, encontrarán en nuestros
parques nacionales un lugar ideal para morar durante el invierno boreal, a cuyo término regresan a sus
lugares de residencia.
Así, este conjunto de espacios naturales protegidos extiende sus beneficios más allá de nuestras
fronteras, contribuyendo a moderar el clima de la región, ayudando a preservar recursos naturales
allende los mares y ofreciendo un espacio temporal a especies migratorias que constituyen recursos
biológicos y genéticos insustituibles de naciones amigas.