Guía Parques Nacionales de la República Dominicana
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Mientras se asciende la pendiente, desde el nivel del mar hasta la cima de Loma del Toro con 2,367 metros
de altura, el viajero ve el paisaje transformarse frente a sus ojos como por un efecto mágico al observar
bosques secos que dan lugar a espesos bosques de maderas preciosas seguidos por bosques nublados
adornados con musgos y líquenes, y continuando el ascenso quedará extasiado al encontrar bosques de
coníferas que parecerían transportarlo a ambientes templados, típicamente continentales.
El visitante se asombrará al despertar y sentir temperaturas por debajo de cero grados en las sabanas
de alta montaña del Parque Valle Nuevo, cubiertas por un manto blanco de escarcha y bordeadas por los
bosques mejor conservados del Pino de la Española. Estas sabanas y las imponentes montañas que las
bordean, modeladas por la actividad volcánica pasada, constituyen el Páramo Caribeño, un ecosistema
que no ocurre en ninguna otra isla del entorno.
Sin embargo, su sorpresa podría ser mayor al quedar extasiado mientras su vista se pierde en el
horizonte del ambiente desértico del Parque La Gran Sabana, donde las temperaturas se acercan a los
cuarenta grados en un ambiente que replica los desiertos continentales.
Los doce parques costeros y marinos, que incluyen dos parques submarinos, contienen algunas de las
mejores playas del mundo cubiertas de finas arenas blancas en las que el visitante podrá disfrutar la
soledad de una naturaleza virgen y apacible como Bahía de las Águilas en el Parque Jaragua. En sus
paisajes marinos abundan las costas rocosas, los bancos coralinos, los fondos arenosos y las praderas de
algas marinas en las que medran diversas especies de peces multicolores, tortugas marinas y delfines.
En estos parques costeros y marinos encontramos algunos de los humedales más grandes del Caribe,
que contienen las cuatro especies de dichas plantas existentes en la isla, sirviendo de refugio y área de
reproducción de múltiples especies de peces, crustáceos y moluscos algunos de los cuales tienen un
importante valor comercial, fortaleciendo la necesidad de proteger estos ecosistemas.
Numerosas islas e islotes salpican el entorno de los Parques Del Este (hoy denominado Cotubanamá),
los Haitises, Jaragua y Submarino Monte Cristi en los que numerosas especies de aves marinas, tanto
nativas como migratorias, encuentran espacios ideales de refugio, reproducción y cría.
En el Noroeste de la República encontramos la Bahía de Samaná. Por sus atributos excepcionales, en
el entorno de esta bahía rectangular -que es la más grande de las Antillas- se han declarado cuatro
parques nacionales: “Cabo Cabrón” que muestra espectaculares acantilados costeros, “Los Haitises”, un
conjunto cárstico que se destaca por los típicos “Mogotes”, protuberancias calizas que salpican su territorio
junto a múltiples islotes, cavernas y ríos subterráneos en los que la Cultura Taína nos legó un patrimonio
arqueológico sobresaliente, así como “Manglares del Bajo Yuna” que contiene uno de los ecosistemas
de manglares más grandes de la isla.
En el estuario de la Bahía de Samaná, debido a las variables naturales existentes en el entorno del
estuario al Oeste de la bahía y el ambiente oceánico al Este de la misma, se crean las condiciones
perfectas para la existencia de una biodiversidad marina sobresaliente, considerada una de las más
importantes del Caribe, influenciada por el flujo de agua dulce del Río Yuna.
Mientras cada año la Bahía de Samaná recibe la visita de una población estimada en unas dos mil
Ballenas Jorobadas que encuentran en la bahía un espacio ideal para reproducirse, en el Parque Los
Haitises mora una reducida población del Gavilán de la Española, ave endémica en peligro de extinción.
Este ensamblaje único de parques nacionales contiene una multiplicidad de ecosistemas y comunidades
de flora que incluye algunas de las muestras mejor representadas de las mismas en el Caribe.
En los parques de montaña de altas y medianas elevaciones ocurren el Bosque de Pinos de la Española, el
Bosque Nublado de la Española, las Sabanas de Alta Montaña, los Humedales de Montaña, los Bosques
Enanos Montanos, los Manaclares o Bosques Montanos de Palma Manacla y los Bosques Latifoliados.